Info para comenzar
El abadejo está recubierto por una piel muy fina que no necesita ser retirada para consumir. Su carne tiene una textura fina y blanda, y proporciona un sabor suave y delicado que lleva a muchos comensales a compararlo con la merluza. A nivel nutricional, proporciona omega 3, proteínas de alto valor biológico, vitaminas del grupo B, ácido fólico y minerales, en particular fósforo, yodo, potasio y magnesio. Con un índice muy bajo de colesterol y aporta muy pocas calorías, 76 kcal por cada 100 gramos. En la cocina es muy versátil con una amplia gama de preparaciones para realizar y es ideal cocinarlo con ingredientes y condimentos de sabor suave, así no disimulan su sabor original.
Ingredientes
4 filetes de abadejo
Sal y pimienta
6 cucharadas de manteca
Roquefort
Preparación
Paso 1
Colocar en una fuente con aceite los filetes de abadejo y agregar sal y pimienta a gusto. Cocinar a horno medio.
Paso 2
Una vez cocido el abadejo, pero sin llegar a estar dorado, lo sacamos del horno.
Paso 3
Esparcimos la manteca entre todos los filetes y le ponemos el queso Roquefort.
Paso 4
Volvemos al horno, en este caso fuerte. Dejamos que se derrita el queso y se dore el pescado. Una vez listo, servimos.
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